Jason Voorhees, el principal
protagonista de las masacres de las películas slasher de los 80, “Viernes 13” es la figura por excelencia
del terror ochentero, con sólo decir su nombre se nos viene a la cabeza los
suspiros que tanto lo caracterizaban cuando se acercaba a su siguiente víctima.
Durante su juventud de la
cual se cuenta poca, nacido con hidrocefalia, una condición que al momento del
parto la cabeza se le lleno con líquido encefalorraquideo y la cual quedó
deformada para toda su vida, aunque los que suelen nacer así no llegan ni a los
2 años de edad, él sorpresivamente llegó a los 11 hasta que, víctima del
bullying y acoso de sus compañeros en el Lago Cristal, se ahogó en el lago sin
nadie que lo pudiera ayudar cuando se descubre que los encargados de ese
momento en lugar de prestar atención estaban bajo el uso de drogas, lo que más
tarde sería la excusa perfecta para asesinar a cualquiera que se encontrara en
esa situación, por este motivo, su madre Pamela Voorhees iniciaría lo que se
conoce como la matanza del Lago Cristal, a raíz de esto en la siguiente película
se da a entender que Jason nunca murió, sólo se escondió en los bosques para
que nadie pudiera lastimarlo, y él al ver la muerte de su querida y loca madre,
perdió la cabeza y se envolvió en una ira que lo llevaría a cometer matanzas
por todos lados, hasta que es congelado por el ejército de estados unidos en la
última película de su saga.
Todo un ser ejemplar de lo
que nunca se debe llegar a ser, si algo bueno tienen sus películas es que se
debe de ser bueno, no tomar, no drogarse y mantenerse al margen con las
calenturas, no querrás que Jason coloque tu cabeza en una pica.
