Freddy Krueger, de la
franquicia de terror “Pesadilla en la calle Elm” le dio un
giro al género slasher de los 80 al agregar el efecto de no estar a salvo, ni
siquiera en tus propios sueños, como olvidar las frenéticas batallas entre los principales comandantes de le época en la actual película "Freddy vs Jason" algo que muchos fanes de la saga ya habían podido observar en diferentes entregas como comics. Sin más que decir, la vida de Freddy Krueger:
Durante su niñez desarrollo
tendencias homicidas asesinando al hámster de su salón de clases, teniendo
también cierta deficiencia mental al burlarse los niños de él llamandolo "el hijo de los cien maniacos", las
golpizas en su casa por el sr. Underwood (el que decidió adoptarlo) no lo
ayudaban para nada en establecer un desarrollo óptimo, simplemente le hacía
retener todo el enojo y las emociones como una bomba que podría explotar en
cualquier momento, y así fue cuando en su adolescencia asesinó a su padre
adoptivo cuando él lo encuentra cortándose el torso con una cuchilla de afeitar
para aliviar su dolor, con la cual el terminó con su vida.
Durante su época adulta su
frenesí asesino dejó de ser dirigido hacia personas malas y comenzó con
inocentes, en su caso niños, aunque en
el filme no se mencione que era un pedófilo la gran mayoría de los asesinos
seriales de infantes se ve impulsado por un deseo sexual, él torturaba a sus víctimas
y las mataba tiempo después sin dejar rastros, hasta que un día se encontró en
su casa prendas y pruebas que lo culpaban como el asesino, salió libre por un
tecnicismo ya que entraron ilegalmente a su hogar. Los padres de las victimas
al saber esto se guiaron a su lugar de trabajo en ese entonces donde se
encontraba Freddy y lo asesinaron quemando el lugar por completo y a Freddy
dentro.
Sus principales víctimas
fueron los hijos de aquellos padres que tomaron venganza en su contra, Krueger
fue asesinado innumerable veces en distintos tomos, pero eso sólo hacía
tranquilizar al pueblo de Springwood dejando de temerle y por ende volverlo
menos poderoso al dejar de tenerle miedo.